Los niños "embrujados" de África


Miles de niños africanos viven su particular infierno, en silencio e indefensos.
Son ahogados, lanzados a la hoguera, acuchillados, envenenados e incluso enterrados vivos.
Su delito: ser acusados de estar poseídos por el demonio en un continente donde la brujería sigue siendo la razón para explicar el mal ajeno.
Jerry es un niño nigeriano acusado de estar embrujado.
La brujería y los hechizos forman parte indisoluble de la manera de ser de África, pero el auge de iglesias evangélicas radicales —sobre todo en Nigeria— ha hecho saltar todas las alarmas, indican expertos de Unicef. Varias Ong's en este país de África Occidental indican que hasta 15.000 niños han sido acusados de estar embrujados en la última década. Y en torno un millar han pagado con su vida las creencias radicales. Sólo en el último mes, al menos tres niños acusados de estar embrujados han sido asesinados y, otros tres, quemados vivos.

Los presuntos niños endemoniados son 'identificados' por aclamados líderes religiosos —miembros de congregaciones extremistas— cuyos dogmas combinan rasgos del cristianismo con creencias y tradiciones locales. Los vitoreados profetas se encargar de extender la voz de que un determinado niño es el causante de la "destrucción, enfermedad o muerte" en su familia. "Una vez poseídos, pueden embrujar, echar males de ojo e incluso contaminar a otros", se defienden los presuntos salvadores.
Sólo queda el exorcismo.
O la muerte, en caso de que el espíritu no desaparezca.

Los líderes religiosos se jactan de 'ofrecer' ayuda a las familias con niños poseídos. Eso sí, a un precio. El exorcismo se cobra a precio de oro en un continente donde muchos de sus habitantes viven con un dólar al día. Las estadísticas muestran que las diferentes sesiones de exorcismo para "tratar" un caso pueden llegar a costar el equivalente al salario de todo un año.
Aunque inexplicable, los expertos aseguran que la mayor parte de las veces son los mismos padres los que echan a sus descendientes a la hoguera, les obligan a beber ácido o les arrojan químicos a la cara que les dejarán marcados para siempre o les harán agonizar hasta la muerte.
El objetivo: erradicar los males que acechan a la saga familiar.
Vídeos satánicos
Nigeria es uno de los países más afectados por la locura de quienes dicen ser salvadores del mundo. A la hora de buscar culpables en este país todas las miradas se fijan en la misma persona: la nigeriana Helen Ukpabio, líder de la iglesia Liberty Foundation Gospel Ministries, que lleva a cabo una auténtica campaña de terror contra menores acusados de brujería. Las Ong's internacionales denuncian el "creciente abandono, tortura y asesinato de niños" en los estados de Akwa Ibom y Cross River, feudo de los extremistas religiosos, en el sureste de Nigeria, debido a "las creencias en brujería".

La autodenominada 'mujer de Dios' escribe en varios de sus libros —como 'Desenmascarando los Misterios de la Brujería' o 'El fin de la Infamia'— perlas como que "un niño de dos años que llora por la noche y cuya salud se deteriora es un agente de Satán". En uno de sus populares DVD, un grupo de niños 'embrujados' arranca los ojos de un hombre, otros comen carne humana.
Pobreza y falta de educación

En todos los casos, las familias afectadas por la brujería son extremadamente pobres, y puede que incluso se sientan aliviadas de tener una boca menos que alimentar. "Pobreza, conflicto y educación nula o deficiente sientan las bases para las acusaciones, que siempre son desencadenadas por la muerte de un pariente, la pérdida de un trabajo o la denuncia de un autodenominado pastor o profeta", explica Martin Dawes, portavoz de Unicef, a los medios de comunicación locales.
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