A la Mujer Árbol y Premio Nobel de la Paz, Wangari Maathai.

En los tiempos que corren es necesario recordar a personas como la Premio Nobel de la Paz, Wangari Maathai, que falleció tras su última lucha, contra un largo cáncer de huesos.

“Toda persona que haya logrado algo ha sido derribada varias veces. Pero todas ellas se ha levantado y ha continuado, y eso es lo que siempre he tratado de hacer.” Preciosas palabras de la activista recogidas en el web del movimiento Cinturon Verde, del que fue fundadora. Y es que Wangari Maathai nunca desistió en su intento:

La primera revolución, la educación.

Wangari Maathai consiguió escolarizarse en una década, la de 1940, en que muy pocas niñas kenyanas iban a la escuela. Con 20 años consiguió una beca para terminar sus estudios universitarios en Estados Unidos y después en Alemania. En 1966 regresó a su país, ya independizado, pero con muchos retos por afrontar en el ámbito social. Poco después se unió a la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad de Nairobi. En 1971 se doctoró, la primera mujer en África oriental y central, y se convirtió también en la primera mujer en presidir un departamento en la universidad y en ser nombrada profesora.

Siete árboles en un jardín

Otra revolución, de color verde, empezó con un empeño suyo, el de plantar árboles en su jardín, y con ellos las semillas del Movimiento Cinturón Verde, que se estableció oficialmente en 1977. El Green Belt Moviment- GBM ha movilizado a cientos de miles de mujeres y hombres a plantar más de 47 millones de árboles, la rehabilitación de entornos degradados y la mejora de la calidad de vida de las personas en situación de pobreza. El GBM hoy es uno de los programas de protección ambiental más potentes de África. Todo ello hizo que Maathai se ganara el apelativo afectuoso de Mujer Árbol, Tree Woman.
Mujeres y hombres son iguales


Pero la científica y humanista también buscó la manera de situar a las mujeres africanas en igualdad de condiciones que los hombres y luchó por la democratización de los derechos humanos. Precisamente uno de los objetivos del Movimiento Cinturón Verde fue el de mejorar la calidad de vida de las mujeres que reforestaban bosques y “vidas”, empoderándose y recuperando así la esencia de los valores vinculados a la tierra, la comunidad y la cultura.
Una lucha, el de la dignidad de la mujer, que vivió en carne propia. Madre de tres hijos, en 1980 se divorció de su marido, un antiguo parlamentario, que se separó de ella con el argumento de que “era demasiado educada, con demasiado carácter y demasiado éxito para poder controlarla”.
No hay paz sin desarrollo sostenible
,
El reconocimiento internacional le llegó en 2004 cuando el Comité Noruego del Premio Nobel de la Paz retó al mundo al otorgarle el Premio Nobel, ampliando así el significado de paz al de desarrollo sostenible...

http://www.canalsolidario.org/noticia/a-la-mujer-arbol-y-premio-nobel-de-la-paz-wangari-maathai/27443?utm_medium=email&utm_campaign=boletin&utm_source=semanalCSO

El Grupo Feminismos de Sol convoca una concentración de apoyo a dos víctimas del falso Síndrome de Alineación Parental (SAP)

AmecoPress.  

Sonia tiene que entregar a su hija el domingo a las 11 en el punto de encuentro familiar sin saber cuándo va a poder comunicarse con ella, ni cuándo podrá volver a verla, después de años de injusticia y violencia. El Grupo Feminismos de Sol quiere apoyar a estas víctimas del uso del llamado Síndrome de Alineación Parental (SAP) – inexistente, carente de cualquier tipo de fundamento médico ni jurídico –, y por ello convoca a una concentración en la calle Deyanira, 1 de Madrid. 
 
La hija de Sonia fue reconocida por su padre cuando tenía 2 años. A partir de entonces se relaciona con él en régimen de visitas. A los 3 años comenzó a tener repetidas infecciones vaginales y anales. A los 5 años contó que su padre abusaba de ella. Sonia lo denunció pero, como casi siempre, el caso fue archivado provisionalmente por falta de pruebas. 

A partir de ahí, los juzgados establecieron para el padre visitas tuteladas en un punto de encuentro. Sonia llevaba a su hija, pero la niña se negaba a entrar y tenía crisis de ansiedad. Curiosamente, el equipo psicosocial del juzgado considera que la ausencia de vínculo estable paterno-filial sitúa a la niña en grave riesgo emocional. Según este informe psicológico, existe una “interferencia” (uno de los sinónimos que se utiliza para hablar de síndrome de alienación parental, parentificación, interferencias parentales…) grave de la madre en la relación de la menor con su padre, perjudicando de este modo a su hija en su desarrollo. Por este motivo, deciden dar la custodia a la abuela paterna. 

La misma sentencia establece que el padre no puede pernoctar en el mismo domicilio que la niña. No puede tener relación con nadie del entorno materno, la separan de su hermana, la obligan a cambiar de colegio. Todo con el objetivo de que “supere” la fobia al padre y se genere un vínculo paterno-filial. 

LEER MÁS EN.
http://www.amecopress.net/spip.php?article7762

Domingo 25 de septiembre a las 10:30 horas de la mañana.

Tres mujeres asesinadas por violencia machista...

Tres mujeres han muerto este fin de semana, víctimas de la violencia de género. "Un golpe profundo al corazón del sistema", víctimas mortales, "con rostros y apellidos, que ya no están por culpa de la barbarie machista", tal y como apuntaba Laura Seara, secretaria de Igualdad, en la apertura de unas jornadas sobre violencia machista que organiza el Enclave Feminista en colaboración de la Concejalía de Igualdad de Ourense.
Lucía, de 47 años y con dos hijos, había presentado una denuncia por amenazas en la Guardia Civil el verano pasado, pero rechazó las medidas de protección. La segunda víctima, Clementina M.G, de 38 años, falleció ayer en Arona tras ser presuntamente apuñalada por su marido; según la subdelegación del Gobierno en Canarias, no había presentado denuncias ni existía orden de alejamiento. Además, la Guardia Civil detuvo ayer en Vinarós (Castellón) a un hombre por la presunta implicación en la muerte de su mujer, cuyo cadáver fue localizado en una casa de la familia de la víctima en Amposta (Tarragona).
Según Seara, a pesar de los pasos dados en los últimos años, la violencia machista sigue siendo un problema que no es fácil de atajar, al estar "tan arraigada en nuestra cultura", y que convierte a la Ley de Violencia de Género en una norma de largo recorrido, apuntó.
"Somos conscientes de que por sí sola no iba a acabar con la violencia de género, pero sí que era una herramienta imprescindible para acabar con una violencia estructural que nos lleva siglos de ventaja y que hace, por tanto, que no se pueda erradicar de un día para otro".

LEER MÁS EN...

Seguidores