Cada año cientos, miles de mujeres afganas se siguen suicidando mediante la auto-inmolación para escarpar así de matrimonios violentos de pesadilla, leyes abusivas y de la pobreza extrema.
El divorcio es demasiado vergonzante para la cultura afgana, en especial para la que está en una posición claramente de sumisión frente al varón por lo que la inmolación es la única alternativa. Es su forma de escapar, su forma de ser libres de la opresión.
Muchas recurren a lo que tienen más a mano en casa como aceite de cocina hirviendo. La epidemia continúa, el suicidio sigue siendo una medida extrema como medio de liberación y ese cese inmediato a una condena por razón de género.
El número de casos sigue aumentando.
Afganistán, que es uno de los perores países del mundo para nacer niña.
Alicia Mora
Lapices para la Paz
Ver también:
http://www.lapicesparalapaz.com/2007/12/la-libertad-del-suicidio.html
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