La situación de las mujeres afganas encarceladas.
Su día comienza con una canción que brota a través de las ondas y con unas horas dedicadas al estudio en un aula amplia y luminosa. En cualquier momento puedes encontrarte allí con 70 niños y niñas al menos. Los más pequeños tienen sólo unos meses. Esos niños son los hijos de las mujeres encarceladas por motivos tales como abandonar a sus maridos o negarse a aceptar matrimonios concertados.
Mientras los pequeños juegan, los mayores aprenden a leer y a escribir y estudian matemáticas y arte. Sus dibujos decoran las paredes y si no fuera por las rejas de las ventanas, podría parecerse a cualquier jardín de infancia. Pero no, esta aula está dentro de una cárcel.
Torpekai es su profesora: “Este jardín de infancia pertenece a la prisión de mujeres de Badam Bagh”.
Torpekai es la única maestra de esos niños y, aunque está contenta con las instalaciones y con el material del que dispone, piensa que la prisión no es lugar para los niños.
“Los niños están en tensión la mayor parte del tiempo y no pueden aprender con fluidez. Tienen muchas dificultades de aprendizaje”.
Esta es una historia sobre las mujeres y niños que se encuentran en Badam Bagh, la única prisión para mujeres de Kabul. Hay allí noventa presas y muchas de ellas son madres. Krishma, de 18 años, es una de ellas.
Krishma nos cuenta: “Es difícil cuidar de los niños en una cárcel. Si tienes a alguien en casa, es mejor que un niño se quede con la familia y no entre en la cárcel. No se les puede educar bien aquí”.
Pero Badam Bagh supone una mejora notable para Krishma y su pequeña. Hace sólo dos años vivían en la sección para mujeres de Pol-e-Charkhi, una cárcel afgana espantosa. Sin instalaciones especiales para madres con niños, Krishma y su bebé vivieron en condiciones terribles muy cerca de criminales convictos y confesos.
Reconociendo las necesidades especiales de las prisioneras y de sus niños, la Oficina contra el Crimen y la Droga de la ONU, UNODC (por sus siglas en inglés), con apoyo financiero del gobierno italiano, construyó esta prisión sólo para mujeres. ...
Su día comienza con una canción que brota a través de las ondas y con unas horas dedicadas al estudio en un aula amplia y luminosa. En cualquier momento puedes encontrarte allí con 70 niños y niñas al menos. Los más pequeños tienen sólo unos meses. Esos niños son los hijos de las mujeres encarceladas por motivos tales como abandonar a sus maridos o negarse a aceptar matrimonios concertados.
Mientras los pequeños juegan, los mayores aprenden a leer y a escribir y estudian matemáticas y arte. Sus dibujos decoran las paredes y si no fuera por las rejas de las ventanas, podría parecerse a cualquier jardín de infancia. Pero no, esta aula está dentro de una cárcel.
Torpekai es su profesora: “Este jardín de infancia pertenece a la prisión de mujeres de Badam Bagh”.
Torpekai es la única maestra de esos niños y, aunque está contenta con las instalaciones y con el material del que dispone, piensa que la prisión no es lugar para los niños.
“Los niños están en tensión la mayor parte del tiempo y no pueden aprender con fluidez. Tienen muchas dificultades de aprendizaje”.
Esta es una historia sobre las mujeres y niños que se encuentran en Badam Bagh, la única prisión para mujeres de Kabul. Hay allí noventa presas y muchas de ellas son madres. Krishma, de 18 años, es una de ellas.
Krishma nos cuenta: “Es difícil cuidar de los niños en una cárcel. Si tienes a alguien en casa, es mejor que un niño se quede con la familia y no entre en la cárcel. No se les puede educar bien aquí”.
Pero Badam Bagh supone una mejora notable para Krishma y su pequeña. Hace sólo dos años vivían en la sección para mujeres de Pol-e-Charkhi, una cárcel afgana espantosa. Sin instalaciones especiales para madres con niños, Krishma y su bebé vivieron en condiciones terribles muy cerca de criminales convictos y confesos.
Reconociendo las necesidades especiales de las prisioneras y de sus niños, la Oficina contra el Crimen y la Droga de la ONU, UNODC (por sus siglas en inglés), con apoyo financiero del gobierno italiano, construyó esta prisión sólo para mujeres. ...
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