TIEMPO DE MUJERES
Lucía Lagunes Huerta.
En toda América Latina y El Caribe, mujeres organizadas y sus instituciones, conmemorarán un día más de Acción por la Despenalización del Aborto, una estrategia coordinada para lograr que gobiernos y sociedades, entiendan la urgencia de evitar que las mujeres mueran por abortos practicados en condiciones insalubres y/o por personal no capacitado.
Si bien la condición insegura del aborto, no es la causa de la insalubridad y de la falta de personal capacitado para practicarlo, es un elemento fundamental que agudiza la desigualdad de las mujeres.
Aquellas que tienen recursos económicos podrán pagar lo necesario para garantizar una aborto en óptimas condiciones, pero quienes son pobres tendrán que recurrir a personal no calificado, o al remedio “casero”, que va desde cargar algo pesado, tirarse por las escaleras, introducirse en el útero agujas de tejer o algodón con sosa para interrumpir el embarazo.
Cada una de estas mujeres está consciente de que puede perder la vida, que puede perforarse no sólo el útero sino los intestinos, que las lesiones que queden, si salvan la vida, tendrán costos en su salud muy altos y, aun así, decidirán no continuar con el embarazo, por muchísimas razones, una de ellas, la de no tener condiciones materiales, ni emocionales para continuar con ese embarazo.
A ninguna de ellas, se le respetó su derecho a elegir de manera libre y voluntaria su maternidad, a ninguna de ellas, el Estado les garantizó las condiciones óptimas para desarrollar su sexualidad libre de violencia.
Durante años, las feministas han documentado que detrás de cada embarazo no deseado, hay mucha violencia contra las mujeres, mujeres casadas que no pueden decidir si quieren o no tener relaciones sexuales con su pareja, porque la coerción, el miedo y la obligación conyugal se lo impiden.
Mujeres que inician su vida sexual bajo el chantaje o la amenaza de su pareja sentimental. En 2003 casi la mitad de las jóvenes menores de 15 años que habían iniciado su vida sexual, lo hicieron bajo presión, demostró la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su informe de ese año.
Es decir, que se trata de casos en los que la relación no fue planeada, ni consensuada, porque desde la agresión y la presión emocional, ellas tampoco pudieron elegir cómo protegerse del embarazo.
Otras son violadas dentro o fuera de su familia, quienes por vergüenza prefieren no denunciar y afrontar las consecuencias solas. Las niñas y adolescentes, además de la violencia sexual, en ocasiones son nuevamente violentadas al obligarlas a continuar con el embarazo y asumir una maternidad producto de la violación.
Y en cada uno de estos casos, y en otros más, estas mujeres recurren al aborto, cuando los gobiernos y las sociedades no reconocen esta violencia y mantienen penalizado el aborto orillando a las mujeres a arriesgar su vida, unas 70 mil al año mueren por ello, sobre todo en países en pobres y con leyes que penalizan y criminalizan el aborto.
Lograr hacer entender que penalizar el aborto no lo evita, sólo provoca la muerte de las mujeres, es una labor que podemos hacer quienes estamos en los medios de comunicación, por ello este año CIMAC inicia la Campaña Regional por una Maternidad Libre y Voluntaria.
Para que las mujeres puedan ejercer este derecho: elegir ser o no madres, es fundamental que cuenten con una vida libre de violencia, con acceso a toda la gama de anticonceptivos, con educación sexual integral y laica y un Estado protector de sus derechos humanos.
Esta es una de las muchas realidades que compartimos los países que integramos Mesoamérica, mirar en conjunto nos permite lograr más a largo plazo.
Por ello, hemos dispuesto un micrositio con información para que sea consultada y contribuya a documentar lo que viven miles de mujeres en México, El Salvador, Nicaragua, Honduras y Guatemala. La dirección para que puedas acercarte a ella es:
http://www.cimacnoticias.com/site/Campana-Regional-por-una-Mater.44318.0.html
http://mujeresporlademocracia.blogspot.com/
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