Más de veinte mujeres de El Coronil mantienen desde el pasado 18 de enero un encierro en el Ayuntamiento de este municipio para reclamar a su alcalde, entre otras cuestiones, que les emplee en las obras públicas en igualdad con los hombres. Desde hace una semana se unieron al encierro los sindicatos.
Este municipio tiene una tasa de paro por encima del 30 por ciento, y muchas familias, como ocurre en el caso de las concentradas, tienen todos sus miembros en el paro. El municipio de El Coronil, a cincuenta kilómetros de Sevilla, tiene unos 5.000 habitantes. Según las mujeres concentradas, cerca del 36 por ciento de la población está en el paro, lo que incluye a unas 700 mujeres. La crisis del campo ha dejado a esta población, mayoritariamente dedicada a la agricultura, sin un empleo con el que alimentar a sus familias y con una lista de impagos que ha conducido a cortes de luz y de agua en sus domicilios.
Unos días después de comenzar el encierro, comenzaron además una huelga de hambre, pero la abandonaron poco después a petición de los sindicatos, que son los que ahora tratan de negociar con el Ayuntamiento.
Las reivindicaciones parten de lo que consideran un injusto reparto del poco trabajo que hay en el pueblo entre los vecinos, según ellas, siempre para los mismos y de acuerdo a amistades. Acusan de ello al alcalde Jerónimo Guerrero, del Partido Socialista, y exigen que se reparta entre las familias de parados los fondos del Plan 5.000, como aseguran que se está haciendo en otros municipios.
Mari García, representante del Sindicato de los Obreros del Campo (SOC) lleva una semana formando parte de este encierro y ha explicado en declaraciones a AmecoPress las reivindicaciones que mantienen. “Queremos que el 20 por ciento del dinero de pueblo para el Plan E sea para jornales, para que el máximo número de parados tengan al menos un mes de trabajo”. Para discutir esta cuestión, exigen que se cree una comisión entre partidos políticos, sindicatos y el Ayuntamiento. Además, “de estas obras, que se conceden a empresas, exigimos que en el pliego de condiciones se establezca que el 80 por ciento de los contratos sean para parados y paradas del pueblo, y que se otorguen de forma rotativa”, para que así el máximo posible de personas puedan beneficiarse de al menos un mes de trabajo.
En una entrevista en la radio libre de Écija, la portavoz de las mujeres encerradas, Encarna Lozano, manifestaba: “El alcalde no ha cedido en nada. Las peticiones eran muy sencillas (…). Que se repartan los fondos para parados en jornales, por orden de prioridades. Eso en muchos pueblos se está haciendo, y de una manera legal. También queremos que entren las mujeres en los empleos que se están creando, al 50 por ciento. Aceptó crear una comisión con representación del ayuntamiento, los sindicatos y los partidos políticos, pero no aceptó que hubiera una parte que representase a las mujeres”. También solicitan que se suprima el pago de algunos impuestos municipales, como el IBI, en aquellas familias que no estén en condiciones de poder afrontarlo. Esta agencia no ha podido contactar con fuentes del Ayuntamiento.
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