Cada vez son más las mujeres que acuden solas a someterse a un tratamiento de fecundación

Para ser madre no hace falta un padre.




Hace mucho tiempo, las mujeres que querían ser madres pero no formaban parte de una pareja heterosexual tenían unas opciones realmente limitadas. Gracias a los avances de la ciencia y también a los de la sociedad, hoy día pueden hacerlo mediante la fecundación in vitro. Y cada vez son más las que entienden que estar solas no supone una renuncia a la maternidad.




“No lo entiendo, esas cosas solo las hacen las chicas muy feas o las lesbianas. No es propio de una chica guapa e inteligente”. Así reaccionaba la madre de la protagonista de ‘Mira quién habla’ ante la idea de una inseminación artificial. La película es de 1989 y, aunque puede que haya personas que piensen igual más de veinte años después, se equivocaban entonces y se equivocan ahora.



El pasado 22 de febrero, el doctor Braulio Peramo, jefe de Reproducción Asistida del Instituto Marqués, explicó en una conferencia que actualmente uno de cada cinco tratamientos de fertilidad se realiza para mujeres sin pareja que se plantean ser madres mediante un donante de semen. Inseminación, fecundación in vitro, fecundación in vitro con óvulos de donante o adopción de embriones son las opciones que existen, dependiendo de la edad y características de cada mujer, con resultados cada vez mejores, y que en el caso de la donación de óvulos superan ya el 64 por ciento de posibilidades de embarazo.



La página http://www.masola.org/  dirigida a las madres solas por elección y demás familias monoparentales, recibe una media de 100.000 visitas anuales. ...

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