Juntas para derribar muros..

Cristina del Valle

Plataforma de Mujeres Artistas contra la Violencia de Género

 
 
Hace algunos años conocí en Palestina la casa de acogida para mujeres maltratadas Medwar. Situada en la ciudad de Belén, es la única casa de estas características en los territorios ocupados.
En la misma se trabaja para la recuperación integral de las mujeres con expertas de diferentes ámbitos.
 
Un fría mañana de diciembre, en plenas navidades, la plataforma de mujeres artistas nos reunimos en Medwar para compartir con sus mujeres y expertas las experiencias en la lucha contra la violencia de género de expertas españolas que nos acompañaban en uno de nuestros viajes que desde hace siete años llevamos realizando para pedir la paz en Palestina y denunciar la ocupación.
El calor, la ternura y el amor con el que fuimos acogidas nos hizo olvidarnos enseguida del frío. Nos cogíamos la manos, sonreíamos juntas a pesar de los durísimos testimonios compartidos por todas, palestinas y españolas, y cuando alguna se derrumbaba las guitarras, las percusiones y las voces nos devolvían la esperanza de otro mundo posible, de un mundo en paz.
 
Mientras conversaba con una de las psicólogas del centro llegó un coche de rescate, de los que usan para sacar a las mujeres en situación de emergencia de sus casas y traerlas al centro. En ese momento, la psicóloga se levantó y me indicó que la acompañara a una sala pequeña toda blanca y con apenas unas sillas y una mesa. Una mujer delgada, de unos 35 años, con los dos brazos escayolados, entraba con una niña de unos siete años y dos críos de tres y cuatro.
Me miró con unos ojos profundos, negros y llenos de tanto dolor que me atravesaron el alma. Contó, con voz firme, el relato de lo sucedido mientras yo miraba la cara de aquella niña descalza por las prisas con las que habían salido de su casa para salvar sus vidas.
 La sentí tan perdida, tan ida, que sólo quería abrazarla con todas mis fuerzas y llenarla de caricias para sanar el horror de lo vivido.  (...)
 
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