En un 4 de marzo de 1994...

Mi niña, mi pequeña niña,
si te vas a morir, hazlo despacio
que tu cuerpo no sienta dolor,
que mi pena no te rasgue,
que no te toque mi llanto,
que no te estremezca mi desgracia,
mi soledad, mi desconsuelo.
Mi niña, mi pequeña niña,
si te vas a morir, hazlo despacio...
.
.
Amaneció.
La mañana se abrió paso con un sol brillante e inocente,
que lejano y ocioso abrió mi ventana
para mirarme a la cara.
Yo seguia alli.
Esperando...
Mirando como, inexorablemente
la vida se deshilachaba bajo mis pies...
El sol joven de marzo, me miró a los ojos,
para marchitarse luego, en cada rincón de mi cuerpo.
.
.
Sobre tu nombre juegan las ardillas
Sobre tu nombre juegan las ardillas
y yo les traigo frutos,
porque quieran volver cuando me vaya.
En las letras doradas que te dicen,
Ha amanecido el día y cae la tarde.

Sentada ante tu nombre te recuerdo y te llamo.
Y la nostalgia se confunde de fechas y lugares.
Un instante y tus brazos.
Un instante
y tu ausencia.
Tu ausencia, para siempre.
Cuenca. Septiembre 2007
.
"Tú justificas mi existencia:
Si no te conozco, no he vivido;
Si muero sin conocerte, no muero,
porque no he vivido."
LUIS CERNUDA
del libro "La realidad y el deseo"
.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Emocionante...
Como todo lo que haces,
tu sensibilidad es capaz de trasportarnos a un mundo de sentimientos, tan cercano a veces,tan cotidiano...
Por cierto Felicidades!, por ese blog tan bonito que tienes, por tu entusiamo, por siempre mantener tus ideales, por encima de todo y de "Todos".
Porque lo que es justo es justo, y no se puede defender lo indefendible...

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