Las mujeres soldado del Ejército de Estados Unidos en Irak y Afganistán no sólo deben preocuparse por las bombas y las emboscadas del enemigo. También corren el riesgo de ser violadas o acosadas sexualmente por sus propios compañeros.
"The Lonely Soldier: The Private War of Women Serving in Iraq" (El Soldado Solitario: La Guerra Privada de las Mujeres Sirviendo en Irak), un libro basado en 40 extensas entrevistas, trae las historias de mujeres que se desempeñaron como soldado en zonas de combate y cuentan sobre violaciones, abusos y acoso sexual por sus compañeros varones.
Uno de cada 10 soldados de Estados Unidos en Irak y Afganistán es mujer, y más mujeres han luchado y muerto en la guerra de Irak que en cualquier otro conflicto desde la Segunda Guerra Mundial, según estadísticas del Departamento de Defensa citadas en el libro.A algunas, sus oficiales les advirtieron de no ir solas a las letrinas. Una de ellas comenzó a llevar un cuchillo consigo en caso de que fuera atacada por sus compañeros
. Otras dicen que se sintieron desalentadas a denunciar los abusos."Lo peor de todo es que es su propio bando el que hace eso", dijo la autora del libro, Helen Benedict, una profesora de periodismo en la Universidad de Columbia, Nueva York.
El libro fue publicado el miércoles.Uno de cada 10 soldados de Estados Unidos en Irak y Afganistán es mujer, y más mujeres han luchado y muerto en la guerra de Irak que en cualquier otro conflicto desde la Segunda Guerra Mundial, según estadísticas del Departamento de Defensa citadas en el libro.Benedict dijo que el título del libro nació del aislamiento que las mujeres soldado experimentan al tener que manejar el trauma de sus deberes en combate y el acoso sexual."Es una situación particularmente trágica porque se supone que todos los soldados deben poder confiar unos en otros para cuidarse mutuamente", comentó Benedict."¿Y cómo se puede sentir eso cuando los propios compañeros son los que realizan el acoso, o intentan una violación o ya lo están haciendo?", agregó.Una de esas soldado, Marti Ribeiro, era sargento de la Fuerza Aérea, la tercera generación en su familia, que sirvió en Afganistán en 2006 como corresponsal de combate con la Décima División de Montaña, integrada en su totalidad por hombres.
Su historia incluye una versión de un ataque y violación que sufrió a manos de un soldado en uniforme mientras vigilaba un puesto.Tras completar su guardia y no bañarse para preservar la evidencia del ataque, lo denunció a las autoridades, sólo para que le dijeran que si presentaba la queja sería acusada de negligencia en el cumplimiento del deber por dejar su arma sin vigilar.Ribeiro dejó las Fuerzas Armadas."Soñaba con convertirme en oficial algún día, como mi padre y mi abuelo", comenta en el libro. "Desafortunadamente, porque soy mujer, esos sueños no se harán realidad", agrega...
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Publicado por Género con Clase
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