Nuestro olvido.
Las víctimas de estas enfermedades, en su inmensa mayoría, viven en países en vías de desarrollo. Son enfermos que no cuentan, los enfermos olvidados. No tienen acceso a los tratamientos existentes o, peor aún, no hay fármacos adaptados a las condiciones de los países pobres o los que hay provocan graves efectos secundarios.
Estas 8.000 muertes diarias son evitables. Dando acceso a los tratamientos existentes y desarrollando nuevos medicamentos más adaptados a las condiciones del mundo en desarrollo. En la actualidad, se calcula que el 90% del gasto mundial en investigación médica se concentra en los problemas de salud que afectan a menos del 10% de la población mundial, el 10% más rico.
No hay excusa. Rescatar del olvido a estos millones de enfermos es cosa de todos. De los gobiernos, de los laboratorios, de los medios de comunicación, de cada uno de nosotros.
Únete a este llamamiento, difunde el mensaje y haz presión para que el problema tenga una dimensión global. Ayúdanos a sacarlo del olvido.
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