SE CALCULA QUE MÁS DE 100.000 NIÑAS CUYAS EDADES OSCILAN
ENTRE LOS 6 Y LOS 17 AÑOS TRABAJAN EN EL SERVICIO
DOMÉSTICO EN HAITÍ.
LEJOS DE SUS FAMILIARES Y AMISTADES,
Y DEPENDIENTES DE SUS EMPLEADORES O DE LAS FAMILIAS QUE
LAS ACOGEN, ESTAS NIÑAS CORREN GRAVE PELIGRO DE QUE LAS
SOMETAN A ABUSOS FÍSICOS Y VIOLENCIA SEXUAL.
Los niños y las niñas que trabajan en el servicio doméstico haitiano suelen recibir el
nombre de restavek (del francés “rester avec”, literalmente quedarse en casa de
alguien). El término tiene connotaciones despectivas: sugiere que los menores de
edad han sido rechazados por sus familias.Estos niños y niñas viven con sus
empleadores o con familias que los acogen y que a veces forman parte del clan familiar
y desempeñan tareas domésticas a cambio de casa y comida.
La pobreza generalizada que afecta a Haití es el principal factor que perpetúa el empleo
de niños y niñas en el servicio doméstico. La mayoría provienen de familias rurales que
viven en la pobreza y no pueden proporcionarles alimentos, educación o cuidados. Los progenitores esperan que la suerte de los niños mejore si se van a vivir a
la ciudad, donde tendrán más acceso a servicios de salud y enseñanza.
No obstante, la inmensa mayoría de los niños y las niñas empleados en el servicio
doméstico se ven privados de sus derechos, como el derecho a la educación y a tener
acceso a alimentos y servicios de salud adecuados.
Trabajan largas horas, casi siempre realizando tareas domésticas como
limpiar, cocinar, ir a buscar agua y cuidar de los niños de la familia. Algunos también
venden artículos en el mercado. A cambio de su trabajo, reciben alojamiento, alimentos
y algunas prendas de vestir.
Sólo unos pocos reciben algún tipo de educación.
Va en aumento el número de informes que indican que intermediarios o agentes
encargados de conseguir menores de edad (conocidos como courtiers) se ponen en
contacto con familias numerosas que viven en la pobreza y las alientan a entregarles a
sus niños y niñas con promesas de un futuro mejor. Estos menores se convierten en
víctimas de trata dentro del país y quedan expuestos a todas las formas de explotación,
entre ellas la violencia sexual.
Tras la visita que realizó a Haití en junio de 2009, la relatora especial de la ONU sobre
las formas contemporáneas de la esclavitud describió las condiciones en las que viven
los niños y las niñas que trabajan en el servicio doméstico en Haití como una “forma
moderna de la esclavitud”.
http://www.amnesty.org/es/library/asset/AMR36/004/2009/es/e65525ef-6dc1-411d-8484-6cb17882e33c/amr360042009spa.pdf
Llamamiento a la acción
Protege a las niñas que trabajan en el servicio doméstico en Haití
No hay comentarios:
Publicar un comentario